-Harina: 170 gr/pers.
-Leche (o agua): 108 gr/pers.
-Sal
-Levadura (medio sobre) o cerveza
-Un chorrito de aceite
Ingredientes
-Tomate rallado (frito o no)
-Quesos al gusto
-Queso rallado
-Cebolla
-Orégano
Elaboración
A la harina le vamos añadiendo la leche, sin dejar de remover. Antes de terminar le agregamos la levadura, el chorrito de aceite y la sal (un pellizco). Una vez todo mezclado, nos untamos las manos con aceite (para que no se nos pegue) y empezamos a amasar. Amasamos durante, al menos, cinco minutos; después extendemos la masa por una bandeja previamente embadurnada con mantequilla. Cuida que no queden partes más gruesas que otras. Ponemos a calentar el horno. Repartimos el tomate por toda la superficie de la masa y empezamos a colocar trocitos de queso (no muy grandes para que no se vaya todo detrás con cada bocado). Añadimos aros de cebolla (yo ni siquiera los frío). El queso de cabra queda muy bueno en pequeñas cantidades, aunque es famoso por engordar más (una vez es una vez). Podemos añadirle también champiñones, olivas negras, e incluso algún trocito de tomate o huevo (crudo). Todos los ingredientes repartidos, le añadimos el queso rallado y el orégano. Al horno y ¡que aproveche!
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